Camila me ayudó a poner las grandes piezas de este rompecabezas juntas. Camila N. me llamó desde Florida cuatro años atrás. Me dijo que ella había sufrido de ataques de pánico durante mucho tiempo y encontró la primer edición de Don't Panic en la biblioteca el año pasado. Estaba maravillada si, al visitar Nueva York en un mes, podría realizarme una consulta. Establecimos una cita y Camila arribó según lo planificado. Camila, fue similar a muchas de las personas que me ven como un despertador. Fue una estudiante impecable de las técnicas. Practicaba la relajación formal diariamente. Maneja todas las técnicas de respiración. Planificaba las sesiones de prácticas en situaciones disparadoras de ansiedad y conocía de memoria las frases que se tenía que decir durante los momentos de pánico. Pero pese a todo, aún tenía problemas. Como la última semana, por ejemplo ... estaba manejando en el boulevard a las 4:30, el tráfico era moderado, necesitaba girar a la izquierda por lo tanto me puse en la línea para girar, tenía cuatro autos delante de mí, tres detrás de mí y las líneas a mi derecha totalmente llenas. Esta luz es notoriamente lenta y siempre odio quedarme atrapada como estaba ocurriendo en ese momento. Sentí mi estómago tenso, supe que tenía que aplicar las técnicas. Primer me aseguré que podía manejar esto. Si es necesario, aún puedo salirme del auto y dejarlo sólo en la luz. Tome una fuerte inhalación para calmarme, luego continué respirando normalmente. Baje los brazos del volante y los puse a mis costados para relajarme. Nada parecía ayudar! Por fuera esta atenta y positiva, pero en mi interior estaba frustada, pensando, ¿Por qué? ¿Porqué eso no me estaba ayudando? Eso tendría que estar funcionando. Me sentía como el Mago de Oz. Esta mujer ha manejado los pensamientos anticipatorios, según mis manifestaciones en el libro y ahora que estamos cara a cara le digo: Eh, no estoy seguro que más le puedo sugerir. Amaría decir, Entonces me doy cuenta que .. En realidad toma otros treinta minutos de lucha para darme cuenta. Tanto Camila como Yo estabamos cometiendo el mismo error y puede verlo en nuestra conversación. Ella dice, Nada parece ayudar yo digo ¿Porqué nada ayuda?. Esto debería funcinar, a pesar de nuestros años de estudios estabamos desconociendo que cometíamos un error básico. Nuestra meta inmediata era para Camila dejar de estar ansiosa. Discutimos si había aplicado las técnicas en forma correctas (manejar sus pensamientos negativos, respirar en forma correcta, si podía tolerar los síntomas, esperar) ella obtendría los resultados de disminuir su ansiedad. ¿Que estaba errado con esto? Dirá. Aquí esta la respuesta, la cual podría ser dura de aceptar. Mientras que la meta a largo plazo es disminuir la ansiedad, la meta a corto plazo es continuamente verificar su actitud (acaptar exactamente lo que está experimentando, a medida que lo experimenta. Tan pronto como diga, Esto tendría que funcionar mejor, se está contraponiendo a esta tarea. Esta bien observar, estudiar y aprender de sus experiencias reales, pero no deje que sus sentimientos tienen que cambiar según sus caprichos. Nuestros cuerpos y mentes simplemente no funcionan de ese modo. Esta es la paradoja en su forma más pura. La actitud a llevar es, Esta bien que esté ansioso ahora, también voy a hacer de tonto si no consigo sacarme esta ansiedad. Voy a tratar con cada truco, voy a poner toda mi concentración, mi tenacidad, y mi empeño en la tare para liberarme de esta ansiedad. Voy a usar lo que creo que es la mejor combinación y actitud para este tipo específico de ansiedad. Si funciona, será bueno. Y si no funciona, si aún estoy ansioso, también estará bien. Esta es la actitud que aún el mejor estudiante de pánico no tiene en cuenta. Tiene que subirse a la plataforma de la aceptación. Aplicar sus habilidades. Mantener esa postura ya sea cuando hay o no hay respuesta es una gran ventaja. Este es un gran avance, aceptar exactamente lo que está experimentando. La diferencia más importante aquí, es la postura -- Está bien si no funciona -- no se trata de una resignación pasiva o el status quo. No se trata de rendirse al hecho de que, tengo ataques de pánico y lo mejor será acostumbrarme a ellos. En lugar de esto, forma parte de un proceso dinámico y activo de sanación. Considere esta actitud como si fuera un técnica que aplica en los momentos en que está anticipando o teniendo problemas. Cuando diga, esto tiene que funcionar mejor, esta miransose a uno mismo y responderá emocional y físicamente tenso. Cuando está tenso, alimenta al pánico. Diciéndo está bien que no funcione dejará de estar tan pendiente de sus sentimientos. Parece loco, pero esta acción de eliminar la demanda de éxito, realmente incrementa la probabilidad de éxito. Alguien una vez dijo que si quiere dar en el blanco cada vez, primero tire los dardos y luego dibuje los círculos alrededor del dardo clavado. Diga Si a cada experiencia; aquí es donde se comienza. Habrá un montón de inconvenientes que surgen en el camino hasta llegar al final. También es bueno tratar los problemas con términos amigables. Diga si a ellos cuando lleguen. Luego comience a manejarlos activa y creativamente. El miedo de quedar atrapado es común para la gente que padece de pánico. La libertad llega diciendo si a cualquier inconveniente que la vida le presente. Cada vez que uno intenta falla, comience inmediatamente haciendo el trabajo duro: acepte que aún no se siente bien. Tómese el tiempo para finalizar la tarea (la de aceptar los malos resultados). Luego redoble sus esfuerzos para cambiar los resultados la próxima vez.
Estas ocho actitudes no son simplemente apuntalamiento filosófico. Son verdaderos caballos de trabajo en su proceso de sanación. Piense en las actitudes desde una nueva perspectiva; piénselas como técnicas. Para encontrarles el beneficio para Ud., no espere tener un ataque de pánico. Escriba estas ocho sentencias en una tarjeta y llévelas consigo a lo largo del día. Sáquelas cuando se sienta mal y paralizado. Utilícelas lo que debería hacer o lo que no debería hacer. Este es un buen comienzo para aprender de sus beneficios. Es también una metáfora de para inocularse: comience aprendiendo a aceptar una pequeña cantidad de molestia producida por la ansiedad y construya su confianza en función a estas pequeñas experiencias. Nadie aprende a conducir ingresando con un auto a las 500 millas de Indianapolis. Un lugar mucho mejor para comenzar es el estacionamiento de un supermercados un domingo a la mañana, con alguien de su confianza sentado al lado suyo. Maneje estas actitudes gradualmente en situaciones de bajo riesgo. Luego gradualmente ponga la atención en aquellas situaciones que le provocan pánico. Quién sabe ... quizás esto sea lo único que necesita. |