Comprender la respuesta de Emergencia de nuestro Cuerpo

La mayoría de las personas que describen los sentimientos en un ataque de pánico, sienten como si estuvieran fuera de control. Principalmente se quejan de perder el control de su cuerpo: todo ocurre de repente, los síntomas físicos y le abarcan en su totalidad en cuestión de segundos.

Si bien el pánico parece ocurrir instantáneamente, en realidad existe una cantidad de hechos que tienen lugar dentro de nuestras mentes y cuerpo, lo que tiende al pánico. Si pudiésemos mágicamente detener este proceso físico y mental, encontraríamos que la ansiedad involucra una cierta cantidad de pasos. El problema es que algo de lo que sucede en estos pasos puede tener lugar fuera de nuestra conciencia, es decir, no somos consientes de lo que está sucediendo en nuestro no consiente. Y todo esto se desarrolla en cuestiones de segundos. Esto es porque el pánico se puede sentir como algo repentino: no estamos consientes de los pasos que estamos transitando antes de llegar a un ataque de pánico.

Varios de estos pasos también sirven para instruir a nuestro cuerpo sobre como responder. Por ejemplo, permítame explicarle algo que ocurre en el paso uno -- Ansiedad Anticipatoria -- . El ciclo de pánico comienza con el sólo hecho de pensar a llegar a situación que le de miedo. Rápidamente su mente recuerda sus fallos pasados para manejar situaciones similares. Puede estar sentado cómodamente en el sillón de su casa, escuchando buena música, sin embargo se le pasa por la cabeza un pensamiento de esos que uno no los llama, simplemente llegan, ese pensamiento está relacionado con una experiencia desagradable, por ejemplo cuando estaba sentado de la misma forma que lo está ahora, pero en el cine y sintió alguna clase de miedo, por ejemplo que se prendiera fuego el cine, se desmayara o cualquier cosa de las que somos proclives.

Ese pensamiento "perverso" es el primero de cuatro piezas importante de información. Cuando estamos mentalmente involucrados con un evento pasado, nuestro cuerpo tiende a responder a esa experiencia como si el mismo estuviese ocurriendo AHORA MISMO. Todos nosotros hemos tenido esta experiencia. Por ejemplo, revisando su álbum de boda y comenzar a sentir el mismo sentimiento que experimentó aquél día, no importa cuanto haya pasado. Algo similar ocurre con los olores, un determinado olor a perfume nos retorna a nuestra escuela primaria y recordamos a nuestra maestra, 40 años atrás. También existen sentimientos negativos, por ejemplo se acuerda de la muerte de un ser querido o un amigo e inmediatamente comienza a sentirse triste e incluso comienza a sollozar. Se puede acordar del último episodio de pánico e inconscientemente tiene todos esos sentimientos a flor de piel: ansiedad.

Por lo tanto primero primero contemplamos nuestra situación temida. La cual nos recuerda de nuestras fallas pasadas (aunque en realidad no sean fallas). Ahora estamos recordando que no pudimos manejar esa situación como hubiésemos querido, por lo tanto comenzamos a cuestionarnos nuestros métodos para hacer frente a eso. ¿Podría haberlo manejado mejor?. ¿Qué sucedería se nuevamente vuelvo a sentir pánico?. Estas clases de preguntas envían un mensaje especial a nuestro cuerpo.

Y aquí viene una segunda pieza importante de información. Inconscientemente respondemos a nuestra pregunta retórica: "Creo que por mi experiencia pasada no podré manejar la situación, tendré pánico y perderé el control". Esta sentimiento inconsciente le da esta instrucción a nuestro cuerpo: "cuidado con el peor posible rendimiento".

Simultáneamente podemos mentalmente visualizarnos a nosotros fallar al manejar esa situación, aún cuando podamos en forma no consciente "ver" la imagen. Luego cuando estamos en la cola de un banco, respondemos a esta imagen.

Aquí esta la tercer pieza importante de información. Según como nuestro cuerpo responda a la memoria del pasado, responderá a imágenes del futuro, como si el futuro estuviese ocurriendo aquí y ahora. Si nuestra imagen es que estamos fallando, la mente instruye al cuerpo a "protegerse contra esta falla".

Y, ¿que hay del cuerpo?. ¿Exactamente como responde a estos mensajes?

Nuestros cuerpos han sido entrenados durante millones de años para responder a emergencias. Lo nuestro es una fina respuesta ante un estímulo, "Esta es una emergencia". Responde del mismo modo cada vez que el estímulo llega a nuestra mente, como una llamada de emergencia.

Aquí esta la cuarta pieza de información importante en este paso. Dentro del ciclo de pánico, no es el cuerpo quien responde incorrectamente. El cuerpo responde perfectamente ante un mensaje exagerado de nuestra mente. No es nuestro cuerpo quien necesita ser atendido, son nuestros pensamientos, nuestras imágenes, nuestras interpretaciones negativas de nuestras experiencias que tienen que ser corregidas para poder controlar nuestro pánico. Si nunca nos dijimos a nosotros mismos, en esencia, "Me descontrolaré en esta situación", no tendríamos esas respuestas falsas tan a menudo.

En resumen, esta es la comunicación inconsciente que tiene lugar entre la mente y el cuerpo durante un estado de ansiedad anticipatoria. La mente considera que se está aproximando a una situación temida. Este proceso de pensamiento estimula la memoria de una dificultad pasada. En el momento que la mente crea una imagen de un trauma pasado, simultáneamente instruye al cuerpo a "responder como si la dificultad pasada estuviera sucediendo AHORA". Usando esta información del pasado, la mente ahora comienza a cuestionar su capacidad para enfrentar este nuevo "desafío". (¿Podré manejar esto?). Esta pregunta guía al nuestro cuerpo: "Cuidado con cualquiera de las posibles situaciones nocivas". Momentos más tarde tenemos una representación visual de que estamos fallando para manejar el hecho. Un fuerte mensaje se envía al cuerpo: "Protéjase".

En otras palabras, su mente le dice a su cuerpo. "El peligro está AQUÍ, Sálvame, Protégeme!". Esta es una razón el porqué comienza a sentir todos esos síntomas físicos "de repente": la mayoría de todos los mensajes que envía la mente al cuerpo antes de ese momento son inconscientes, "silenciosos".

En el estado 2, es decir, el ataque de pánico, estos mensajes ya dejan de ser silenciosos, pero sus efectos son los mismos. Ud. nota las sensaciones físicas que produce su cuerpo, tal como una aceleración en la frecuencia cardíaca. Por lo tanto comienza a tener miedo de ello e inconscientemente le instruye al cuerpo que lo proteja. El cuerpo comienza a cambiar su química para resguardarse contra la emergencia. Aunque, todo esto no sea una verdadera crisis física, no puede correctamente usar su cuerpo en forma eficiente. Su cuerpo lo empieza a manejar. Nota un incremento en los síntomas. Esto crea crea un círculo vicioso durante el ataque de pánico.

Veamos un poco más de cerca que sucede durante el pánico. La siguiente tabla lista muchos de los cambios físicos que tienen lugar cuando entramos en emergencia. (Técnicamente estamos estimulando a hormonas que comprometen la rama simpática del sistema nervioso autónomo). Todos estos cambios están presentes ante una crisis real. Por ejemplo, los ojos se dilatan para mejorar la visión, se incrementa la frecuencia cardíaca para llevar mayor cantidad de sangre a órganos vitales, se incrementa la frecuencia respiratoria para incrementar la cantidad de oxigeno en sangre, los músculos se tensan en los brazos y piernas para moverse con mayor rapidez y precisión.

Cambios físicos que tienen lugar

Incremento del nivel de azúcar en sangre

Dilatación de pupilas

Incremento de la transpiración

Incremento de la frecuencia cardíaca

Sequedad de boca

Tensión en los músculos



Todos estos son cambios saludables para el cuerpo. Y cuando realmente existe una verdadera emergencia, difícilmente notaremos todos estos cambios ya que pondremos atención a la situación en sí y no a nuestro cuerpo. Sin embargo, un ataque de pánico es una "pseudo-emergencia" y no un problema real. Esto no tiene nada que ver con que Ud. realmente lo sienta real, esto no se descute.

Primero, nos quedamos quietos focalizándonos en nuestro pensamientos temerosos y en nuestras sensaciones físicas, en lugar de tomar alguna acción para solucionar el problema. Debido a que no estamos usando la energía que nos está dando esta situación, nuestra tensión y ansiedad continua su camino.

Segundo, el problema tiene que ver con nuestra respiración. Durante una emergencia, nuestra frecuencia y patrón respiratorio cambia. En lugar de respirar lenta y profundamente, comenzamos a respirar rápidamente y con la parte superior de nuestros pulmones. Este cambio en el patrón de respiración no solo incrementa la cantidad de oxigeno a nuestro torrente sanguíneo, sino que eliminamos mayor cantidad de dióxido de carbono. En una emergencia real producimos exceso de dióxido de carbono, por lo tanto este patrón de respiración es esencial. Sin embargo, ante una respuesta equivocada de nuestro cuerpo se produce un fenómeno llamado hiperventilación o alcalosis (ya que se incrementa el PH de la sangre), esto sólo es debido a la mayor exhalación de dióxido de carbono.

Durante el proceso de ansiedad anticipatoria y los ataques de pánico la hiperventilación puede producir la mayoría de las sensaciones desagradables que experimentamos, como lo veremos en la siguiente tabla. Esta es otra pieza de información importante: simplemente cambiando la forma como respiramos durante un ataque, podemos significativamente reducir significativamente nuestros síntomas desagradables. Sin embargo, nuestra respiración está gobernada en parte por nuestros pensamientos e imágenes sobre las que nos estamos focalizando, por lo tanto también tenemos que cambiar nuestros pensamientos e imágenes.

Posibles síntomas durante el ataque de pánico

Frecuencia cardíaca irregular

Vértigo, mareos

Acortamiento de la respiración

Asma

Sensación de ahogo

Hinchazón de garganta

Dificultad para tragar

Quemazón cardíaca

Dolor pectoral

Visión borrosa

Adormecimiento u hormigueo de boca, manos y pies

Dolor o espasmo muscular

Temblores

Nauseas

Fatiga, debilidad

Confusión, imposibilidad de concentrarse

Resumen

Antes de poder tener control sobre el pánico, primero tiene que tener el convencimiento que tiene la fuerza para tomar el control. Muchas personas se sienten impotentes, fueras de control, experimentando al pánico como algo que le "cae" en forma repentina, sin nada que poder hacer. La verdad es que muchos de las cosas que suceden en el primer paso del ciclo del pánico tiene lugar fuera de la conciencia. En este paso aprendió que es este paso. Primero identificando estos pasos, podemos comenzar a diseñar un plan de auto-ayuda que tenga en cuenta la totalidad del ciclo del pánico no sólo estos pasos que conscientemente notamos durante el pánico. A medida que continúa explorando este programa de auto-ayuda veremos algunas ideas importantes que tiene que tener en mente:
  1. Nuestro cuerpo responde en forma correcta a los mensajes enviados por nuestra mente. Si rotulamos una situación como peligrosa, y luego comenzamos a aproximarnos a esta situación, el cuerpo secretará hormonas que nos preparará físicamente para enfrentar la crisis. Aún si la situación aparece relativamente segura, si la mente la interpreta como insegura, el cuerpo responde a ese mensaje.
  2. Si comenzamos a estar mentalmente involucrados con nuestros pensamientos de hechos pasados, el cuerpo puede responder como si ese hecho tuviera lugar ahora mismo.
  3. Si nos preguntamos si podemos manejar una situación temerosa, tendemos inconscientemente a predecir una faya. Nuestro cuerpo responde a nuestros pensamientos temerosos comenzando a estar tensos y a la defensiva.
  4. Si nos visualizamos fallando al enfrentar un evento futuro, nuestro cuerpo tenderá a responder como si estuviésemos realmente en esa situación.
  5. Dentro del ciclo de pánico, el cuerpo está respondiendo adecuadamente a un mensaje de alarma innecesario enviado por nuestra mente.
  6. Cambiando nuestras imágenes, nuestros pensamientos y nuestras predicciones sobre nuestra habilidad de enfrentar el pánico, podremos controlar nuestros síntomas físicos.
  7. Cuando comecemos a sentirnos ansiosos, cuando cambio nuestro patrón y frecuencia respiratoria. Estos cambios pueden producir hiperventilación que provocan muchos de los síntomas desagradables durante un ataque de pánico. Cambiando la forma de respirar podemos reducir todos estos síntomas desagradables.